Si cuando decidimos cursar este máster la situación para la rama educativa artística en nuestro país ya era poco alentadora, un año después es si cabe aún más oscura. Con la LOMCE, la obligatoriedad de la asignatura de Artes Pásticas se dará sólo en 1º de la ESO, desvinculándose de ella definitivamente por tanto, un gran porcentaje del alumnado, a los 13 años.
Resulta paradójico que en un Siglo XXI donde la Tecnología y el Diseño son los motores del mundo, éstas sean precisamente las competencias que nuestro gobierno considera secundarias... Como explicaba J. A. Unión en un artículo de El País:
La creatividad es un elemento medular de la naturaleza del ser humano y una característica esencial de su intelecto y sus emociones. El aprendizaje de las artes en sí y el aprendizaje por intermedio de éstas –la educación artística y las artes en la educación– puede contribuir a reforzar cuatro factores de la calidad de la educación: un aprendizaje dinámico; un plan de estudios pertinente que suscite el interés y entusiasmo de los alumnos; un conocimiento de la comunidad, la cultura y el contexto local de los educandos, así como un compromiso con todos esos elementos; y un conjunto de docentes formados y motivados”, se puede leer entre la documentación de la Unesco sobre este tipo de enseñanzas.
(Ver artículo completo en: http://sociedad.elpais.com)
La excusa para esta escabechina son los resultados en los informes PISA, en los que salimos malparados en asignaturas como Ciencias, Matemáticas o Lengua, y se considera que las Artes, la Música o la Tecnología "distraen" al alumnado de aquéllas, que se consideran más importantes... Pero, ¿por qué son más importantes?, o mejor, ¿Para quién lo son? Sin duda para aquellos que consideren que pensar, recapacitar, ser creativo o ser capaz de analizar los mensajes subliminales de aquello que nos entra por ojos u oídos no es necesario... o no es conveniente.
De todos modos, si el único problema residiera en la política, el panorama sería más esperanzador... pero no es así. Gran parte de la sociedad opina del mismo modo que nuestro actual gobierno, en parte aleccionada por éste, pero también los propios profesores tienen gran parte de culpa cuando, siendo conscientes de la importancia de las artes en la educación, han sido incapaces durante años de transmitir esta sensación a los alumnos y a sus padres. Si esta labor se hubiera llevado a cabo, que la asignatura de Artes Plásticas fuera optativa sería un mal menor, pero no es el caso: hay un alto porcentaje de alumnado que opina que estudiar arte en el instituto es una pérdida de tiempo puesto que realmente no le encuentran la utilidad. Y en algunos casos no les falta razón. Muchas clases se convierten en una serie interminable de fichas, repetidas curso tras curso durante décadas, donde el resultado se mide del 1 al 10 según la "maña" de cada alumno, y donde la creatividad no tiene cabida.
Si bien nuestra capacidad para cambiar la reforma educativa es limitada, sí que podemos cambiar la percepción que la sociedad tiene de nuestra asignatura, porque está científicamente demostrado que es beneficiosa para el desarrollo de los alumnos, porque es muy útil en combinación con otros muchos campos ajenos al arte propiamente dicho, y porque tenemos la responsabilidad moral de no permitir un futuro sin arte en nuestro país.
Por eso, tenemos que esforzarnos también en cambiar nuestro modo de enseñar, innovar, no estancarnos en sistemas de enseñanza anacrónicas y demostrar que es el gobierno el que está tratando de "despistarnos". Esta es pues, una labor de todos nosotros, y todos juntos podemos cambiar este "contexto actual de la Educación Artística", pues por todos es sabido que la unión hace la fuerza.
Muy buen artículo...
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